Huidizo abril de olores y diarios

abril
– En La huida del tiempo escribe Josep Pla: “Esta cosa fugitiva y huidiza del abril, esta cosa aérea de sus horas sobre las cuales todo lo evanescente se desvanece para quedar sólo la escoria, el peso de la tierra, es —llegado uno a una cierta edad— un poco triste.” Y en este mes de abril, a punto de terminar, aún más. Lo escribe Pla como si fuese aquel hombre al que Sabina vistió con un traje gris, aquel que saca un sucio calendario del bolsillo y grita… Bueno, ya saben.
– El coche lleva mucho tiempo confinado en la cochera. Decido arrancarlo para que la batería se recargue y no pase a engrosar la lista de víctimas de todo Esto. La cochera está contigua al patio y separada tan sólo por unas mamparas, con lo cual el monóxido de carbono puede salir fácilmente al exterior. Una vez apagado el motor, vuelvo un cuarto de hora después a la cochera y todavía sigue oliendo al humo expelido por el tubo de escape. Me alegra constatar que mi olfato funciona bien pues dicen que la pérdida del mismo es uno de los síntomas de la infección.
– Dicen que en este tiempo de confinamiento se están escribiendo muchos diarios. Siempre he pensado que esto que hago, escribir un diario abierto al público, podría traerme consecuencias. En “Tránsito” (Rachel Cusk) la protagonista encuentra un diario de su hijo y al abrirlo lo primero que lee es lo siguiente: “Si lo lees, acepta las consecuencias”. No está mal, pensé al leerlo, bien podría servir para formar parte del lema de este Cosa que de contar fuese, este diario sin candado: “Si lo lees, acepta las consecuencias. El que lo escribe ya lo ha hecho”.