Carta de un maestro a sus alumnos

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Hoy quiero hacer valer el trabajo que durante todo el confinamiento están realizando los maestros con sus alumnos. Y no sólo desde el punto de vista pedagógico sino también el emocional. Como ejemplo de ello les dejo la carta que un maestro de primaria (que, casualmente, es mi hijo) ha mandado a sus alumnos. Ese trabajo pedagógico y emocional, esa relación maestro/alumnos, es posible estos días gracias a plataformas educativas creadas por otro colectivo que también sigue trabajando, el de los informáticos, y del cual forma parte (también casualmente) mi otro hijo. Perfecta conjunción para sentir orgullo de padre, pensarán ustedes. Pues, sí.

A lo que iba, aquí les dejo esa carta que bien puede ser testimonio de lo que muchos maestros están sintiendo estos días.

Buenas, chic@s.

Después de tanto tiempo sin vernos, oírnos ni conversar os puedo decir una cosilla…. Os extraño. Sí, echo de menos muchas cosas de vosotr@s.

Extraño bajar a la fila y comenzar la ronda de respuestas a vuestras inquietudes: “Maestro, ¿hoy qué vamos hacer en Lengua?, maestro, ¿a qué hora hacemos Educación Física?…”

Extraño ese murmullo que se genera solamente con poner un pie dentro de clase, ese ruido de sillas y mesas moviéndose hasta encontrar el encuadre perfecto.

Extraño esa corrección a mi persona por equivocarme en el día en el que vivimos.

Extraño esas manos alzadas al corregir, el pedir voluntarios y ver que os inquietáis por escribir en la pantalla digital.

Extraño ese, “A última hora nos vemos, que me voy a Educación Física con los peques” y vuestra respuesta: “Venga profe, hasta luego”.

Extraño veros en el recreo, dar las llaves para que cojáis el balón, vuestros saludos con risa incluida.

Extraño llamaros la atención porque después de tantos años aún os cuesta poneros en fila para volver a clase, porque pensáis que no os veo jugar a las canicas en la fila….

Extraño las matemáticas (es verdad), las divisiones, multiplicaciones, los problemas…

Extraño sobre todo la Educación Física. Esa salida de clase a la pista como si estuvieseis en una carrera, ese círculo central y su calentamiento.

Extraño jugar al balón sentado… (Aunque últimamente me eliminabais demasiado).

Extraño, por último, el saludo de despedida, pero una despedida momentánea, sabiendo que al día siguiente de nuevo os vería, de nuevo me reiría con vosotr@s.

No quiero que esta cartita, sea triste… Por ello pensad, pronto pasará todo, pronto nos veremos. Ahora disfrutad de la familia, aprovechad el tiempo para vosotros mismos, leed lo que más os guste, aprended a hacer cosas (cocinar, manualidades, etc).

Un abrazo fuerte de vuestro tutor.

Nicolás J. Doncel.