Ángeles Vilariño no es sólo un barco

Hace un tiempo, cuando se hizo famoso aquel hospital de pandemias construido por la Comunidad de Madrid, escribí una entrada titulada “Isabel Zendal no es sólo un hospital”. Supe de esa ilustre mujer, de esa enfermera que daba nombre al polémico hospital, por la lectura de un libro que leía aquellos días. Me he acordado de esto cuando me he preguntado quién sería esa otra mujer cuyo nombre aparece últimamente a diario en las noticias: Ángeles Alvariño. Parafraseando aquel titular podría decir que Ángeles Alvariño no es sólo el barco que busca los cuerpos de las niñas asesinadas en Tenerife. Esta mujer fue una experta oceanógrafa, bióloga y profesora española del pasado siglo.

Lo cuento aquí como ejemplo de feminismo ilustrado, tipo de feminismo que puede parecer antiguo y trasnochado pues suele quedar fuera del moderno feminismo militante de arenga y consigna facilona, de acusaciones generalizadas (por general y por género), feminismo de normativa ministerial ligado a sueldos y complementos suculentos a cambio de sacar anualmente algún plan o ley que muchas veces más que solucionar problemas lo único que genera es enfrentamiento entre las distintas ramas de ese movimiento tan necesario como manipulado, a veces, por intereses partidistas.