Políticamente incorrecto. Racional y emocionalmente correcto

Ayer terminaba mi publicación con un breve comentario sobre las niñas de Tenerife. Concluía así: “Sólo queda dolor y silencio”. Es lo único que he escrito sobre ese asunto que tanto me duele, como a todos, de ese terror, de esa barbarie. Pensaba guardar silencio pero hoy añadiré algo más, algo que no he escrito yo.

A veces suelo dejar aquí frases, tuits, pensamientos, versos, etc. de otras personas, cortos en extensión pero profundos en sentimientos. Hoy voy a dejar un texto más extenso, un texto que mi amiga Alicia publicaba el otro día en su Facebook. Es un escrito largo pero necesario, al menos para mí. Necesario porque explica con claridad una situación difícil. Necesario para mí porque es coincidente con lo que pienso y nunca podría explicarlo mejor. Necesario también porque lo escribe una persona con la que muchas veces coincido y otras discrepo. Necesario porque lo escribe una mujer.

“Yo lamento enormemente no coincidir con prácticamente todas las voces que escuché en público y en privado sobre la tragedia del asesinato de esas dos chiquitas en Tenerife. Para empezar: las primeras víctimas, las víctimas fatales que lo han perdido TODO sin ninguna posibilidad de recuperar nada nunca jamás, son las dos nenas. La madre también, por supuestísimo. Pero me da la impresión de que poca gente habla de esas dos nenas, del terror que habrán pasado, de la muerte horrible a la que las sometió su propio padre. Que sería muy machista, sí. Mi papá también era un machista. Y la práctica totalidad de los padres de mis amigas. Y tengo montones de amigos machistas, pero montones. Y a ninguno se le hubiera ocurrido jamás no ya matar a sus hijas, vamos!, a mi papá ni ponernos un dedo encima ni darnos «un chirlo» ni un ligerísimo tirón de orejas jamás en la vida. Y hubiera defendido a trompadas a cualquier mujer de cualquier tipo que le hiciera daño; él, y montones de machistas como él. Esto, para mí, es otra cosa.

Este tipo era (y espero que fuera y que no sea: espero que esté muerto. Y si estuviera vivo espero que no vuelva a salir de una cárcel en su recondenada vida) un machista, sí, y un narcisista, y un ególatra, y un celoso enfermo, pero además, y con perdón, era un reverendo hijo de una gran puta sin ningún atenuante. Y eso, como indica esta otra noticia también de estos días, no tiene nada que ver con el género.

Seguramente es políticamente incorrecto decir esto, pero es exactamente lo que pienso. No va por el lado del género. Va por el lado de la maldad más salvaje y más monstruosa, que nos aterra y nos horroriza, pero evidentemente es humana. ”

Y la noticia a la que hace alusión es esta: La acusada de matar a su hija en Barcelona confiesa que lo hizo para causar daño al padre