El Ancho Mundo era un local enorme situado en la rue des Marins, en el barrio chino de Cholon; una especie de bazar que albergaba salones de juego, salas de espectáculos, restaurantes, bares y tiendas.
Así describe el autor ese local que da título a esta novela amplia que cuenta la historia de la familia Pelletier, asentada en Beirut, pero que extiende las peripecias de sus miembros por París y Saigón. Todas esas peripecias, esas aventuras se desarrollan en una trama trepidante tejida con mentiras familiares, aventuras amorosas, turbios negocios y crímenes. Ambientada en ese nuevo mundo que trata de abrirse paso tras el horror de la Segunda Guerra Mundial, en aquella sociedad colonial francesa que muere en Indochina y a la que se marcha a vivir uno de los hijos Pelletier buscando el amor de un legionario belga de la Legión Extranjera francesa, en aquel París que se abre paso entre los cercanos recuerdos de lo vivido durante la ocupación nazi y al que se van a vivir el resto de los hijos de la familia, en aquel Beirut en el que estaba asentada la familia que se desmiembra tanto en el espacio como en las relaciones personales…
Lo teje todo Lemaitre con su habitual maestría de narrador de historias, esa que le hace un autor al que vuelvo para relajarme con sus historias de sombras y falsas apariencias (en ésta también existen), con sus virajes inesperados en algunos de los hilos argumentales mientras que en otros sucede todo lo contrario, es decir no sucede nada de lo que el lector esperaba. Trabaja bien Lemaitre ese carácter de folletín decimonónico que va desde lo melodramático a lo caricaturesco (esa esposa de una de los hijos) y acaba siempre sorprendiendo como sucede aquí con el descubrimiento de quienes son en realidad los padres Pelletier.
La Girola (Blog de Nicolás Doncel Villegas) 