Móvil no, móvil sí

Santa Teresa de Jesús decía que Dios está entre los pucheros, dando a entender así que no hay que entrar en hermosas iglesias barrocas para encontrarse con el Supremo, que puedes encontrarte con Él en cualquier lugar por humilde que sea. Tampoco para hablar con Dios es necesario hacerlo en una celda conventual donde reina el voto de silencio, puedes hacerlo en mitad del campo o entre el bullicio de la gran ciudad. Otra cosa es cómo hacerlo, cómo entrar en contacto con Dios.

Entro en la Real Parroquia de Omnium Sanctorum, iglesia fernandina de Sevilla, y me encuentro con la recomendación que ven en la imagen: Para hablar con Dios no hace falta usar el móvil. Bien está. Si antes me preguntaba como entrar en contacto con Dios, ya sé una manera de no hacerlo.

Recorro las naves de la iglesia, observo sus bóvedas de nervadura, los restos que recuerdan que antes de ser iglesia católica fue mezquita almohade, y antes de ser mezquita fue templo visigodo, esa historia que se repite en tantas construcciones religiosas de Andalucía.

Cuando voy a salir del templo vuelvo a mirar el tablero en el que está colocado el cartel con la recomendación de no hablar con Dios a través del móvil. Otro cartel llama mi atención. El que está a la derecha; en él se pide colaboración para el sostenimiento de la parroquia y se informa que Puede hacer su donativo a través de Clave Bizum 06145… Vaya, me digo a mi mismo, para la parroquia de Todos los Santos el uso del móvil es posible, o no, según el fin para el que vaya a ser utilizado.

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