La PAC y el IRPF

Ya ven, lo de hoy va de siglas. De siglas agrícolas, porque el texto que leen se guarda en la capilla Media cosecha, esa que recoge todo lo relacionado con la actividad agrícola de este maestro de escuela jubilado.

Cuando escribo PAC (Política Agraria Común) me estoy refiriendo a la solicitud de la misma, eso que llamamos subvenciones de la Unión Europea, solicitud de tal calibre burocrático que uno tiene que delegar en gente especializada en el asunto. En mi caso en el Servicio Agrario de Cajasur. Hace años, cuando ese trámite comenzó, el banco te regalaba algo relacionado con el campo (un gabán chubasquero, un juego de herramientas, una mochila campera, etc.). Desde hace años te cobran una comisión por la gestión. Hasta en eso hemos perdido poder adquisitivo la gente del campo. Pero ahí no queda la cosa porque en este mes de abril la PAC se da la mano con el IRPF.

En este mes suelo plantear la declaración del IRPF. A los datos que Hacienda me incluye en el borrador (pensión, vivienda…) debo añadir personalmente los de la actividad agrícola. Y es aquí donde aparece, llamémosle “mala sincronización” por no decir trampa, algo que sucede todos los años. Los agricultores que declaramos nuestros ingresos por un determinado modelo debemos aplicar a los ingresos brutos obtenidos un índice de rendimiento que viene determinado por la administración. Esos índices, cuando los años agrícolas han sido malos, o peores como el pasado 2023, son rebajados por el gobierno para compensar así las pérdidas habidas, por ejemplo, por la sequía. La mala sincronización, o trampa, a la que me refría antes es que esa rebaja en los índices aparece en el BOE cuando ya ha comenzado la campaña de renta y puede darse el caso de que alguien presuroso o desconocedor de esta circunstancia presente su declaración con los índices de rendimiento habituales y no con los rebajados con lo cual está pagando de más. ¿Por qué el gobierno no publica esos índices rebajados antes de que comience la campaña de renta en vez de cuando ésta ya lleva algunas semanas en marcha? Sería lo más lógico, ¿no?

En fin, que además de quedarnos sin regalo bancario, teniendo incluso que pagar por lo que antes era gestión gratis y dádiva agrícola, debemos andarnos con ojo y esperar a que la administración sincronice los modos y maneras de cumplimentar la declaración anual de la renta. Ya ven que gracias a la lluvia de marzo el campo está muy bonito, pero quienes no pisan las besanas siguen con su afán de minorar (término que ellos utilizan) las posibles ganancias.

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