Nora Webster – Colm Tóibín

Tres años después de la muerte de Maurice, Nora Webster decide vaciar los armarios que guardan la ropa y los utensilios personales del difunto Maurice y quemar las cartas que él le escribió durante los años en los  que fueron novios. Con ello comienza una nueva vida, la de la mujer que tiene que volver al trabajo que dejó hace veinte años, vender la casa de la playa para poder afrontar las obligaciones de una madre con cuatro hijos, reintegrarse a una vida social de la que ha estado ausente durante esos años de luto, buscar en la familia los recuerdos de aquellos días de dolor, enfermedad y muerte, justificar lo que hizo o dejó de hacer cuando la desgracia se le presentó de manera inesperada…

Escribe Tóibín una historia sobre la vida de una mujer irlandesa de finales de los años sesenta, de la vida y de la educación de sus hijos, de la influencia que la iglesia tiene en esa sociedad, de la política de Irlanda, de las relaciones sociales entre los miembros de la comunidad en la que vive, etc. Y todo ello con la presencia y el recuerdo de Maurice, al que todos adoraban y respetaban como hombre y maestro de escuela, al que todos valoraban, incluso en la familia de Nora, por encima de ella. Pero, no es una historia de amargura ni resentimiento, ni de añoranza enloquecida por el que ya no está. Es la historia de la mujer que fue mientras convivió con Maurice y la que empieza a ser cuando este ya no está: “Tenía que recordarse a sí misma que ahora era libre, que no había ningún Maurice que se preocupase por lo que iba a costar ni refunfuñase por cualquier cosa que pudiese perturbar su rutina. Era libre”. 

Lo cuenta Tóibín de una manera casi intimista, sacando a primer plano el carácter introvertido de la protagonista, su dificultad para relacionarse con los demás en determinados momentos, con viajes al pasado que sirven para aclarar situaciones del presente, implicando al lector con los problemas diarios de Nora, especialmente los que afectan a la educación del hijo que tartamudea o la hija activista en movimientos políticos. Todo ello conforma una historia que  a este lector le ha parecido sólida y convincente, alejada de situaciones heroicas y reflejando con certeza las facetas más  humanas de los personajes en general y de la protagonista en particular.