Un año con Pla (o el paso del tiempo) – 51. Se acabó. La vida sigue

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Se acabó. Último capítulo de este camino que ha durado un año junto a Pla. “Fin de año más o menos”, lo titula el autor ampurdanés. Esa inexactitud, esa imprecisión, esos implícitos adverbios de cantidad separados por la disyuntiva son debidos a lo siguiente: “ Un año solar, lo que llamamos un año, es el tiempo que tarda la Tierra para dar su vuelta alrededor del Sol. Y esta vuelta dura 365 días y cuarto, o sea 365 días y seis horas.” Esas seis horas nos obligarían astronómica y temporalmente a celebrar el fin de año a las doce de la noche tan solo los años bisiestos. El siguiente deberíamos comernos las uvas a las seis de la madrugada, el siguiente a las doce del mediodía y el tercero a las seis de la tarde. Y claro, esto sería un disloque para los organizadores de los cotillones, provocaría disfunciones cerebrales en los amantes de estas fiestas multitudinarias, trastornos psicológicos en los usuarios de matasuegras y confetis a granel, etc. Aunque por otra parte, dado el gen festivo que poseen muchas de las gentes de este país, tan dado a festejos incomprensibles para mí como es el correr delante de una manada de toros o embadurnarse a tomatazos, habrá quien piense que sería más divertido tomarse las uvas a las doce del mediodía que a medianoche, hacer la conga a las seis de la tarde que a las seis de la mañana y escuchar las campanada a esa hora en la que está próximo el amanecer antes que a esa en la que toda cenicienta debe volver al hogar de sus pesares. Quizás los nuevos gobernantes que estamos esperando se decidan a ponerse de acuerdo y pudiesen legislar sobre ello.

Mientras tanto hoy vuelve a terminar otro año. Un espacio temporal determinado por el hombre en el que se suceden las alegrías y las penas, en el que la vida y la muerte se hacen presentes, en el que hubo momentos para el pesar y para el gozo. Un año en el que las balanzas personales ojalá queden al menos equilibradas en lo positivo y lo negativo, en el bien y el mal. La vida sigue.

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